lunes, julio 17, 2006

autotransportes de la ciudad...

Hace como tres semanas, mi carro se descompuso, y no saben el suplicio que es pasar sin carro cuando hasta para ir a cagar lo utilizas (es verdad, viajo en él hasta la taza de baño conocida mas cercana para mis nalgas).

Retomando, hasta antes de ese tiempo, no podía viajar de otra manera que no fuera TAXI, aqui el servicio es muy barato en comparación de otros lugares, aún no existe taximetro en Villahermosa, por ende las personas que tienen la capacidad de poder tomar un taxi, lo hacen. Fue en ese tenor que por azares del destino, tuve que utilizar el transporte público que se desenvuelve en rutas, o lo que es lo mismo, las combis. Esas máquinas en las cuales la gente muy propia sube para transportarse hasta otro lado de la ciudad de manera velóz (mucho muy) y eficaz (también).

Les tengo que confesar que apesar de mi reticencia de subir a estas y después de varios intentos de mis amistades por hacerme subir a una, tuve que ceder por cuestiones económicas y bajarle 500 puntos de orgullo a mi corazón, ojo, no estoy diciendo que las personas que suban a tomar el transporte colectivo aqui en el rancho sean menos que yo (que lo son), sino que mi formación me había impedido hasta tres semanas atrás tomar uno de ellos.

No supe sino hasta que alzé la mirada buscando donde poner mis pies para no matar el pavo del señor de a lado, que supe porque la combi no avanzaba un solo milimetro, me lo recordaron unos ojos desorbitantes, invadidos por lineas rojizas que miraban fijamente hacia mi lugar, cuando extendió la mano y "susurro" son 5 pesos, supe que esto no iba nada bien.

Después de soltar el dinero a una prudente distancia de la mano del conductor, me dedique a buscar el cinturón de seguridad, grave error, por andar buscando, por poco y quedo estampado con las personas de enfrente en un frenón y haciendo alegre compañía al pavito del señor, que no tuvo la mejor de las suertes, además que en su defensa ante el tribunal paveril, tenía las patas atadas.

Cuando pude recoger mi cabeza del suelo por la sacudida, bloquear la idea de demandar a mi madre por salir tan defectuoso y olvidar por completo la opción del cinturón de seguridad, tuve la sensación de ser interrogado por los de C.S.I. (Alien), una rara serie de especimenes me rodearon, cabezas extrañas, brazos mas largos que otros, tres senos, de todo había, tuve la ligera sensación de salir volando, pero me contuve cuando me asomé a la ventana y observaba las delgadas lineas blancas "continuas".

Una vez acostumbrado al tipo de combustible (GAS), supe que no eran aliens, ni que estaba en un UFO, eso sí, decidí recordarles a los trabajadores de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes por haberle autorizado a los patrones poner en riesgo nuestras vidas y la de muchos mas a la redonda en cualquier percance, golpe o tsunami que puediera sufrir la combi.

El dolor de cabeza que me produjo sentarme atrás cerca del motor, poco a poco fue cediendo ante el hipnotismo al que sucumbes cuando entras en una de estas máquinas excelentemente tuneadas para la comodidad de NADIE, aunque eso si con unas bonicas "Panashiba" envidia de cualquier auto de "The Fast and The Furious", de las mismas salen armoniosas notas que harian que se retorcieran de envidia los grandes maestros de la música clásica (Vivaldi, Chaikovski, Beethoven, etc). El momentum que sientes hasta que aparecen los benditos "comerciales" es inexplicable, de hecho ahora que lo menciono, parece haber una laguna en mi cerebro en ciertos tramos, en otras palabras es horrible escuchar música que no te gusta, deberian de prohibirlo.

Otro de los hermosos puntos que estaban en la vitacora de viaje, eran los sitios donde la gente se aparecía y se desaparecía. Llegabamos a las paradas de transportes y desde adentro había la sensación que no tardariamos, pero de la nada, empezaban a subir, uno y otro y otro más, y de repente el circo chino de pequin con sus 25 personas en una bicicleta se quedó pendejo, es más creo que uno de los hermanos Atayde estaba scouteando al chofer. Suputa madre, no se como veía el chofer que un cabrón a 40 metros le hacia la parada y esperaba impacientemente que subiera. Mil puntos se llevo el chofer al arrancar cuando un pobre corrió mas de 10 metros para subir jaja y dejarlo tendido y con la cabeza abajo.

Ultrasónico es el término que se le da a todo lo que rebasa la barrera del sonido, en pichiza será institucionalizado para referirse a algo que vá a la velocidad de un picho (en lo referente a querer salir del boxer o truza cuando uno está realmente caliente), pues el transporte público va en Pichiza, con decir que si tienes la fortuna de ir a la calle donde existe una parada, llegarás antes de que el TAXI pase el primer semáforo después de subirlo. Es impresionante, pero cuanto resiste el cuerpo humano, así como la falta de materia gris en la cabeza de los conductores la cual no piensa en las consecuencias de un accidente con gente a su cargo.

Pero nada de esto hubiera valido la pena de no haber sido por el conductor del autotransporte, la indumentaria de nuestro especímen es digna de revisarse. ¿Corbata? Para que !! ¿Camisa limpia? Nunca, si siempre puedes usar una con huecos (quesque pa la ventilacion), ¿Uniformados? No se van a poder reconocer entre ellos. Además que al parecer, hay dos tipos de conductores. ¿Que dijeron, buenos y malos? Pues no, no existen buenos desde mi experiencia, todos pueden ser demasiado flacos (ex-ladrones, ladrones mismos, drogadictos, anorexicos, etc) y gordos (asquerosamente gordos).

Inclusive el cinturon se lo tienen que apretar en el área de la cintura de una manera muy exacta para que el volante pueda dar el giro de 360 grados al pasar por su panzita tan mona, en ambos casos me he encontrado que no se rasuran bien y que es muy probable que se encuentren con una hembra a lado. Que viva el amor.

Es por eso que yo mismo, LAVE mi carro cuando me la regresaron, le puse shampoo, aceitito, no recuerdo si también le puse bronceador y crema refrescante, pero, viajar en el rancho en transporte público, es otro pedo.

Ya estoy de regreso.

Fin.

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