viernes, octubre 13, 2006

El paraguas

Si alguna vez se me apareciera el genio de la lampara maravillosa (el culero, no el buena onda) y me dijera que me va a convertir en un objeto sin vida por los siguientes seis meses de mi vida, la decisión estaría dificil, para empezar porque no se me ocurre que un genio de lampara maravillosa exista y continuando con que de tener tanta leche, toda resulte ser mala porque te toco el genio culero.

A mi cabeza llegaron los primeros tres objetos que tenia en la mente y el ganador lo pondre hasta el final.

Un libro de matemáticas: Siempre es importante un libro de matemáticas, ya sea para alinear una mesa, para soportar libros de otras materias o para dar dolores de cabeza. Además quien no ha tenido nunca un libro de matemáticas? Todos yo creo en algún momento, lo que hayamos hecho con uno de esos es otro pedo, quizás pueda ser el libro de texto de el siguiente Garry Kasparov y hacerlo que me consulte antes de jugar contra la Deep Blue versión "3000". uno de esos libros podría ser, pero tengo otras dos opciones.

Un consolador: Varios de ustedes pudieron haber pensado también en un consolador como yo lo he hecho, pero después de meditarlo por 0.6 segundos (soy una riata pues !) he decidido pasar, puesto que los consoladores no nada mas lo usan las mujeres, también lo usan los hombres y pues como supongo me convertiría en un consolador y aparecería por arte de mágia en un aparador con otros desafortunados que tambien habrian pensado que ser un consolador hubiera sido muy bueno. Otra de las razones es que en Villahermosa, las viejas siguen siendo muy "conservadoras" y no llegan a comprar esas pendejadas a menos que llegue un macho y el hombre muy probablemente compraría un anillo pal picho, ustedes saben, pal bling bling.

Un paraguas: Eso sería un paraguas, con suerte me compraría una viejita que fuera Testiga de Jiova y me usaría diario, en el sol y en el agua, puta que felíz sería cumpliendo mi trabajo para el cual fuí creado, aunque muy probablemente me aburriría de escuchar tanta mamada donde le cagan la madre los señores "de fé". Y ahora que lo pienso bien puede haber un pedo, si en algún momento en el cumplimiento de mi labor soy abierto por un ventarrón huracanado, queda la duda si después de pasar los 6 meses, no regreso desflorado. Chanfles

Pensandolo bien, cuando vea una lámpara mejor la orino y la pateo lejos, lejos, o se la doy a un testigo de jiova.

Fin.

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