miércoles, octubre 11, 2006

Terminando conversaciones indeseadas

Una de las cosas que menos me gusta hacer, o más me caga (depende del estado de ánimo) es tener la conversación forzada y ficticia en la que la gente hace como que le importa la persona con la que está. Es una gran mamada, porque una vez librado del momento, a los 5 pasos lo que en ese momento te valía una reverenda madre, por arte de mágia se te olvida.

Mi tesis demostrará que el deja-vú son reencuentros con gentes pendejas que preguntan lo mismo por lo regular en el mismo lugar donde los ves, bajando escaleras, subiendo elevadores, esperando un turno para algo, en la sala de maestros.

En ese tiempo he logrado casi inconscientemente desarrollar métodos con los cuales esa conversación se vuelve, hermoso silencio.

Para muestra basta un botón.

El día de ayer estaba tan tranquilo en la sala de maestros revisando mis correos y la puta que lo parió, y en eso llega un maestro que decidió salir por su café matutino. Yo me hize pendejo como toda la vida y al no importarme para nada, decidí volver a mis labores, estaba ya chateando cuando al alzar la mirada veo que se dirige a la mesa (redonda) donde estaba y toma asiento, empezó por preguntarme acerca de las listas de asistencia y le señale donde estaban y empezó el martirio.

Después de cierto rato, de respuestas insipidas, me pregunta: ¿Y tu ya te casaste? A lo que respondí que no, que yo era homosexual y que a menos que me fuera a vivir a Illinois en Chicago, iba a poder casarme con mi pareja.

Su cara me produjo un regocijo y una paz interna mejor aún que si me hubiera hechado un pedo (muy pocas cosas pueden superar eso), y me dijo que respetaba mis puntos de vista, balbuceo otras dos cosas más, tomo su café y salió a terminar su clase.

Mi homosexualidad en la universidad para nada está en entredicho, puesto que todos me conocen, y saben que es muy dificil entablar una conversación conmigo, pero esa fue una de las tácticas que hicieron que pudiera proseguir mi trabajo. Es más tan seguro estoy de que YA NO me gustan los hombres (jaja...) que puedo bromear sobre eso y no preocuparme para nada.

¿Que utilzas tú para safarte de esas sutuaciones?

Fin.

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