miércoles, abril 26, 2006

Conversación

Sentado en la parada de autobuses en Mina y Mendez, sentí una peculiar frialdad de mi lado derecho. Me dí cuenta porque mi oreja izquierda estaba caliente, ya que el calor estaba a 43° ese día, y por suerte a la sombra estaba un poco más reconfortante... Pero no, no era lo que esperaba.

Al voltear la cabeza, primero sentí hilaridad, la misma hilaridad que te produce escuchar a Tres Patines en la radio, o la que te provocaba el ver a Eugenio Derbez al tener 15 años. Después me dió escalofrios porque al ver bien a la persona que estaba a mi lado, me pude percatar que era completamente negra, y los negros sino son mis amigos, me provocan miedo.

Le pregunté sino sentía calor, después de todo, utilizar pantalón negro, camisa negra, gorra negra y ser negro, algo debería de mermar en tu termostato interno. El amablemente me contestó que no sentía nada -supuse que del calor- y me agradeció por preguntarle. Supongo que por el gesto y por estar tan solo, el tomo la batuta después y me empezó una conversación con la muerte que no olvidaré.

Se presento ante mi como la muerte, yo no me sorprendí, porque a los negros hay que creerles todo, sino se ponen intratables y hasta te pueden lastimar. Así que solo atiné a contestarle, mucho gusto en conocerte. Le tendí la mano y cuando intercambiamos saludos, simplemente me refresco todo el cuerpo. Como nunca había hablado con la muerte no se me ocurrió más que preguntarle cosas vanales, aún recuerdo su sonrisa y sus dientes blancos cuando le pregunté que pensaba sobre la Globalización.

De hecho la muerte es muy simpática y lista, entre otras cosas, me dijo que no había podido ver el debate de los candidatos a la Presidencia de la República, yo atiné a decirle que el Peje no se había aparecido, pero que habían dejado su silla vacía, y el me comentó que había escuchado buenas criticas sobre Patricia Mercado, solo que al tener la representación de un partido tan malo, no sería posible que ganara muchos votos.

Incluso me platicó que anda harto con la actuación de los Olmecas de Tabasco que es su equipo favorito de la LMB, y que ya andaba pensando llevar en su lista uno que otro integrante del equipo a sus filas. Cosa que le tuve que recriminar, puesto que siempre han sido unos muertos, pero no los aceptó, ni si quiera ahi los quieren.

El momento antes de despedirse me comentó que no me preocupara por el viaje a Palenque, porque al final de cuentas ni se iba a realizar, ya que muchas personas son incumplidas y que de hacerse el viaje, el no se acercaría ni por error, esto agradeciendo el haberle cambiado palabras en la parada de camiones.

Cuando vi la ruta de su combi, logre ver que era la ruta 18 de ARVIT, la cual lleva a Casa Blanca y supuse que iba a buscar a uno nuevo. Al subir guiñó el ojo y cerró la puerta.

Yo me quede esperando mi combi a Tabasco 2000

Fin.

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