lunes, octubre 03, 2005

Yo y mi grandisima bocota

Si en este momento me prestaran una pistola, no la usaria, eso tenganlo por seguro, pero si me prestaran un descorazonador, no dudaría ni un minuto en utilizarlo, en mí y en las demás personas que me estiman.

Yo no puedo cambiar mi forma de ser, me lo han dicho desde las camisas de secundaria: Mariana, Nancy, Elias, Jairo, La maestra Sara, todos ellos me han puesto "Nunca cambies", y pues por más que trato, no logro ser diferente, en las camisas de la prepa fué lo mismo, solo que ahora los autores cambiaron.

Yo puedo sacrificar algunas cosas, si eso quieres lo hago, empezé por levantarme temprano el día de hoy, a las 6.30 de la mañana ya estaba despierto, seguiré con estar todo el día en el trabajo, continuando con alguna interminable oleada de mensajes, pero no puedo hacerlo todo de golpe.

Crees que no me da odio verte pasar con tu cabello teñido de rayitos, ver tus ojos, tu boca, tu felicidad irradiando a los demás, eso me da envidia, esa era toda mia. Pero me aguanto, se muy bien que eres así y no te digo nada, ni lo diré nunca, porque por eso es que tienes toda mi confianza.

Tal vez pienses muchas cosas, porque yo escribí otras tantas, pero lo que no debes de dejar de pensar es que no te quiero, no lo hagas.

Espero sinceramente que no se me pase la tristeza, me agrada esta sensación, pero si llegase a pasar de mí, tengo la certeza que dejaré de ser lo mismo para tí.

Fin

No hay comentarios.: