El sábado fui a hacer unas diligencias que me tocaban de la oficina*, entre otras estaban:
- Ir a ver a un notario (que no estaba)
- Revisar si había llegado ya un mueble que encargué (pero estaba cerrado)
- Irme a cortar el cabello (Me lo corto Maricruz no Lorena)
- Ir a recoger unas fotografías (al centro)
- Ir al Centenario (a ver el nacional de softbol)
De las anteriores el último es el que tenia yo muchas ganas de realizar y como siempre el "Malvado" Murphy no dejo que lo lograra, en fín, me dispongo a contarles ya con el pelo corto, la peripecia que es ir al Centro en este Rancho.
Antes que nada las fotos no eran mías si hubiesen sido mias muy probablemente hubiesen sido en algún local que contara con estacionamiento y alejado totalmente del centro, dicho esto empiezo a contarles.
Hace como un año trabajaba yo en el Centro, a dos calles de la "zona rosa" por así llamarle, la zona más poblada de changarros y que alguna vez fueron casas muy chingonas de la epoca colonial y la conquista. Tiene ya más de 30 años que las casas del centro ya no son casas y el Centro de la ciudad dejo de ser "centro". Sin embargo asi le seguimos llamando ni hablar.
Como les decia, trabaje dos años casi en el centro, lo conocía de arriba hasta abajo, de izquierda a derecha, nunca me asaltaron, solo que casi no me aparecia por ahi a pesar de estar a dos calles de distancia, una de las cosas supongo yo para no aparecerme era: la gente que en ella conviven, ahorita son simples locatarios y gente de pueblo, dentro de 200 años sera el lugar de reunión de mutantes y asesinos intergalácticos, quien sabe y que mas da. En si debe de ser porque no me gusta estar en contacto con la gente fisicamente -ya les comente que odio ir al cine los miercoles-.
Si en alguna ocasión han sentido que la gente los rodea, que las miradas están con ustedes a cada paso que dan -y no son precisamente guapos-, que alguien va a ser dueño de su reloj "Mido", que no saben porque puta madre aceptaron ir a donde fueron, y que en cualquier momento van a gritar "bomba" y salir corriendo, les pido que no se acerquen al "centro" de Villahermosa.
Fuí como les dije por unas fotos, pero necesitaría narrarles todo el viacrucis (¿quien dice que no soy católico?), solo les resumo que para llegar en el carro me tarde como 20 minutos por el tráfico en el que converguen las rutas de la 1 hasta la 300 de combis y camiones, como siete sitios de taxi en toda la extensión de la calle y los peatones que han de comer liga o chicle.
Una vez estacionado el carro a una cuadra, me dispuse a buscar la calle Juárez, pero como tiene al rededor de un año que ya no me aparezco por ahi -la última vez que fuí no recuerdo a que fué y estaba acompañado- me costo tantito trabajo localizar la calle. Supongo que lo mismo sintió el ejercito de USA cuando buscaban a Osama en las cavernas de Afganistan, solo que sin balas, pero con el mismo peligro. En fin, pa que no tuviera un mal sabor de boca, me compre un helado mientras buscaba el local de fotografías. Pero una vez más, el Ki se confabulo contra mí y dispuso que las benditas fotos no estuvieran listas y que volviera por ellas en la tarde (cosa que no hize).
En fín, como tenía un poco de hambre, me dispuse a ir a comer tacos en un local al que iba a comer todos los sábados al recibir mi cheque, al que por cierto me costo un año entero que mi estómago se acostumbrara al guiso de la carne, pero estaban muy baratos y muy ricos, pero al llegar y pedir me di cuenta de una cosa, ya el local no era el mismo, se llamaban diferente y mi estómago a un año no es igual, me dió un dolor de panza los siguientes 30 minutos...
Salí del centro con dolor de estómago, delirio de persecución, calor, y sin fotos.
Ni hablar, por eso no voy al centro.
Fin
*Ya para este punto deberian de saber que las diligencias no fueron de la oficina.
- Ir a ver a un notario (que no estaba)
- Revisar si había llegado ya un mueble que encargué (pero estaba cerrado)
- Irme a cortar el cabello (Me lo corto Maricruz no Lorena)
- Ir a recoger unas fotografías (al centro)
- Ir al Centenario (a ver el nacional de softbol)
De las anteriores el último es el que tenia yo muchas ganas de realizar y como siempre el "Malvado" Murphy no dejo que lo lograra, en fín, me dispongo a contarles ya con el pelo corto, la peripecia que es ir al Centro en este Rancho.
Antes que nada las fotos no eran mías si hubiesen sido mias muy probablemente hubiesen sido en algún local que contara con estacionamiento y alejado totalmente del centro, dicho esto empiezo a contarles.
Hace como un año trabajaba yo en el Centro, a dos calles de la "zona rosa" por así llamarle, la zona más poblada de changarros y que alguna vez fueron casas muy chingonas de la epoca colonial y la conquista. Tiene ya más de 30 años que las casas del centro ya no son casas y el Centro de la ciudad dejo de ser "centro". Sin embargo asi le seguimos llamando ni hablar.
Como les decia, trabaje dos años casi en el centro, lo conocía de arriba hasta abajo, de izquierda a derecha, nunca me asaltaron, solo que casi no me aparecia por ahi a pesar de estar a dos calles de distancia, una de las cosas supongo yo para no aparecerme era: la gente que en ella conviven, ahorita son simples locatarios y gente de pueblo, dentro de 200 años sera el lugar de reunión de mutantes y asesinos intergalácticos, quien sabe y que mas da. En si debe de ser porque no me gusta estar en contacto con la gente fisicamente -ya les comente que odio ir al cine los miercoles-.
Si en alguna ocasión han sentido que la gente los rodea, que las miradas están con ustedes a cada paso que dan -y no son precisamente guapos-, que alguien va a ser dueño de su reloj "Mido", que no saben porque puta madre aceptaron ir a donde fueron, y que en cualquier momento van a gritar "bomba" y salir corriendo, les pido que no se acerquen al "centro" de Villahermosa.
Fuí como les dije por unas fotos, pero necesitaría narrarles todo el viacrucis (¿quien dice que no soy católico?), solo les resumo que para llegar en el carro me tarde como 20 minutos por el tráfico en el que converguen las rutas de la 1 hasta la 300 de combis y camiones, como siete sitios de taxi en toda la extensión de la calle y los peatones que han de comer liga o chicle.
Una vez estacionado el carro a una cuadra, me dispuse a buscar la calle Juárez, pero como tiene al rededor de un año que ya no me aparezco por ahi -la última vez que fuí no recuerdo a que fué y estaba acompañado- me costo tantito trabajo localizar la calle. Supongo que lo mismo sintió el ejercito de USA cuando buscaban a Osama en las cavernas de Afganistan, solo que sin balas, pero con el mismo peligro. En fin, pa que no tuviera un mal sabor de boca, me compre un helado mientras buscaba el local de fotografías. Pero una vez más, el Ki se confabulo contra mí y dispuso que las benditas fotos no estuvieran listas y que volviera por ellas en la tarde (cosa que no hize).
En fín, como tenía un poco de hambre, me dispuse a ir a comer tacos en un local al que iba a comer todos los sábados al recibir mi cheque, al que por cierto me costo un año entero que mi estómago se acostumbrara al guiso de la carne, pero estaban muy baratos y muy ricos, pero al llegar y pedir me di cuenta de una cosa, ya el local no era el mismo, se llamaban diferente y mi estómago a un año no es igual, me dió un dolor de panza los siguientes 30 minutos...
Salí del centro con dolor de estómago, delirio de persecución, calor, y sin fotos.
Ni hablar, por eso no voy al centro.
Fin
*Ya para este punto deberian de saber que las diligencias no fueron de la oficina.
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