viernes, noviembre 18, 2005

La transformación


En el inicio todo era paz, tranquilidad y fiestas con coca-.

Pero Mariana dijo hagase la fiesta en una disco, y se hizo la fiesta en una disco. Esa fué la primera vez que asistí a una disco -antes discotecas- tenía 14 años y hasta ahora no olvido ese momento, la fe
cha no la recuerdo, ni quiero, solo sé que era un pequeño muchachón que estaba en una disco de noche.

Hasta antes de ese día, solo habían sido farsas, viles idas a tardeadas que además de estar llenas de sol, estaban llenas de papás esperando por su hijo dentro y fuera de la disco. Eran albercadas sin sentido de las cuales terminabamos quemados por el sol. Idas a Piramides y grutas todas de día para regresar a más tardar a las seis de la tarde.

Pero en aquel momento todo cambió, deje de ser niño para entrar a mi adolescencia, un poco tarde, pero al fín entre, yo era el más chico de mi grupo, me adelantaron un año en la primaria y siemp
re lidie con ello sin que representara ningún problema -así o más modesto-, ese día la fiesta era en la noche y nuestros padres nos habían dado permiso, craso error.

La fiesta era organizada totalmente por nosotros pero con un
ambiente totalmente nocturno, inclusive sentiamos las miradas de los vampiros de los que tanto nos habían hablado, si, de los que salian en la noche. Ahi estaban, mirandonos entrar a la disco que "por seguridad" era solamente para nosotros -ja, ahora recuerdo que fué un Miercoles, sino como podria haber estado solo para nosotros-; no papás, no sol, no clases al día siguiente, no "posible-cosa-interfiere-con-los-planes-de-unos-jovenes". Como la fiesta la habiamos organizado nosotros, todo lo que había ahi era un DJ, de los de verdad, una barra con un Bar Tender -sirviendo refrescos- y una pista con música por demás estúpida, pero que en ese momento se escuchaba como la novena sinfonía de Bethooven, como las 4 estaciones de Vivaldi, como el Arrinconamela del Pulpo y sus teclados, vaya, celestial.

Tengo que mencionarles que se mi blog y la mayoria de las cosas que pasan aqui, tienen como protagonista a YO, después de explicar esto, puedo decirles que varios de mis
amigos, los que ya tenian 15, habián entrado a una disco y disfrutado de los placeres seductores de la ausencia del día.

Aún recuerdo cuando le comenté a Fernando, extrañadisimo:

- ¡La canción está tardando mucho!
-ja pobre pendejo de mí-, él extrañado me respondió:
- si we, asi es aqui.


¿Aquí? en el underground, en donde hay drogas, prostitutas, alcohol. Aqui, lejos de la protección de topo gigio, de superman, de Leono. Sí, aqui, y ni hablar. Ahi estaba, bailando con la misma intensidad con la que un ex-recluso sale a buscar al policía que lo metió al bote.

La noche pasaba y yo tenia permiso hasta las 12 de la noche, antes si tenias hasta las 12 de la noche, llegabas a las 8 si podías, no es como ahora que para que vaya a un
antro, procuro ir después de las 11 de la noche, quesque para que esté el ambiente cuando llegue, shaaaaaaaale. A eso de las 9.30 probé mi primer cigarro, no tosí, no se me pusieron los ojos rojos y ahi supe que podría soportar esa mierda de vicio, pero algo sucedió, llego uno mejor, uno que hacia que las luces estramboticas simularan un ataque de epilepsia, el mismo que años mas adelante, hiciera que chocara un carro, que vomitara sangre, que me volviera guardian de amigos irresponsables; llego el trago, alguien se decidió a sacar una botella de Tequila, no pregunten quién, no lo recuerdo, ni aunque quisiera. Las ventajas de tener amigos flojos es que ya son más grandes que nosotros y el reprobar año hacen de los nuevos una experiencia gratificante -además que pueden comprar cosas que aún a esa edad no tienes permitido-

Un caballito, dos caballitos y, y solo hicieron falta dos caballitos para que yo hablara con los extraterrestres, para que las niñas me temieran, para que los valientes corrieran, para cambiar la percepción de mi ser, algo así como Hulk, con el paso del tiempo lo aprendí a controlar de
sobremanera.

Al salir de ese antro a las 12 de la noche, mis papás pensaron que no había aguantado el paso de la noche, pero después de 1 caja de chicles, no se siente el olor a dos caballitos de tequila, ese fué el momento en que el mundo daba la bienvenida en lo que soy ahora.

Fin.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Clap,clap,clap,muy bueno Cabrito,todos de alguna manera tenemos nuestra iniciacion en alguna tardIada o la classica fiestecita en el cumpleaños de algun amiga o amigo sobre todo cuando andas, rondando los 15 años.Como extraño las calmaditas :(

Att aRt